Existe una conexión entre el cuerpo y la mente, por ejemplo algunos síntomas de ansiedad tales como taquicardia, hiperventilación o malestar gastrointestinal, se manifiestan principalmente en nuestro cuerpo.

Cuando vivimos una situación de estrés constante prolongado en el tiempo y no disponemos de los suficientes recursos para hacerle frente, es posible que se desarrolle un trastorno psicosomático.

Los trastornos psicosomáticos son enfermedades físicas causadas o potenciadas por factores psicológicos. Se desarrollan por diferentes factores como estilos de afrontamiento negativos, dificultades en la gestión emocional, respuestas fisiológicas derivadas del estrés o traumas.

Hay una amplia variedad de trastornos psicosomáticos entre ellos: hipertensión, cefaleas, asma, alergias, síndrome de colon irritable, dolor crónico, contracturas, fibromialgia, dermatitis, trastornos del sueño o del comportamiento alimentario.

Para el tratamiento psicológico de los trastornos psicosomáticos existe evidencia de la terapia EMDR, dependiendo de cada patología orgánica se realiza un tratamiento personalizado.